Aguinaldo junio 2025: el 30% de los trabajadores lo usará para pagar servicios y gastos comunes

El aguinaldo de junio de 2025 ya empezó a acreditarse, pero, a diferencia de años anteriores, los trabajadores argentinos no lo destinarán a darse un gusto o planear una escapada. Según un relevamiento de la consultora Focus Market, el 31% de los asalariados lo usará para afrontar gastos corrientes como servicios, cuotas escolares, medicina prepaga y otras obligaciones del día a día.

Este cambio marca una transformación silenciosa pero profunda en el patrón de consumo del argentino medio. Aunque la inflación está contenida y el dólar más estable, los ingresos mensuales siguen sin alcanzar, lo que obliga a redirigir este ingreso extra a cuestiones básicas.

El aguinaldo como salvavidas

"En un país donde la plata rara vez alcanza y el ingenio para estirar el dinero es parte del ADN nacional, el aguinaldo siempre fue algo más que un ingreso extra: fue una bocanada de aire, una pequeña ilusión de descanso o ese gusto postergado", expresó Damián Di Pace, director de Focus Market.

Sin embargo, la fotografía de 2025 es muy distinta. Las urgencias del presente desplazaron al disfrute: en este junio, el gasto en vacaciones cayó al cuarto lugar entre las prioridades, cuando en diciembre pasado lideraba el ranking. "El promedio argentino parece tener claro que el disfrute puede esperar. La prioridad, esta vez, es llegar a fin de mes", añadió Di Pace.

¿En qué se usará el aguinaldo?

El relevamiento, que abarcó 7.500 casos en todo el país, muestra un nuevo mapa de uso del aguinaldo:

• 31%: se destinará a gastos corrientes (servicios, colegios, prepagas).
• 20%: se invertirá en acciones.
• 16%: se usará para comprar dólares, aunque esta opción pierde terreno.
• 9%: se aplicará al pago de deudas.
• El "stockeo" de mercadería, que en otras épocas era más frecuente, también quedó relegado.

El dólar ya no es prioridad

Una de las sorpresas del informe fue el retroceso del dólar como destino del aguinaldo. "Ya no se gasta por miedo a la devaluación. Incluso el dólar perdió espacio como refugio automático. Hoy no hay apuro por sacarse los pesos de encima, como sí ocurría en escenarios de crisis o devaluaciones inminentes", explicó Di Pace.

Esta estabilidad relativa en la economía redujo la urgencia de volcarse al consumo inmediato. En lugar de eso, los trabajadores parecen enfocados en reordenar sus finanzas y cubrir necesidades estructurales.

Un cambio de época

A diferencia de otras coyunturas de inestabilidad, el actual contexto económico -con menor inflación, pero con ingresos aún golpeados- genera un comportamiento distinto: menos gasto impulsivo, menos endeudamiento inmediato, y más planificación.

"Este nuevo mapa de decisiones marca un cambio de era. El argentino ya no es solo el que sobrevive al caos con creatividad, sino también el que, en un contexto menos caótico, busca ordenar sus finanzas", concluyó el director de la consultora.