Nordelta: la Justicia protege a los carpinchos y frena las obras en los humedales
Los carpinchos de Nordelta lograron una importante victoria judicial: podrán reproducirse sin restricciones y vivir protegidos en los humedales del Delta del Paraná. La Justicia de San Isidro ordenó suspender de inmediato todas las obras o actividades que alteren los humedales y la fauna silvestre, además de prohibir la castración química y las fumigaciones que pudieran afectar su hábitat.
La medida fue dictada por el juez Guillermo Daniel Ottaviano, titular del Juzgado en lo Civil y Comercial N°13 de San Isidro, a partir de una presentación de la Asociación Civil Callejero Casa Quiere, que actuó "en representación de los carpinchos y demás animales silvestres del lugar". La organización, integrada por vecinos de Nordelta y barrios aledaños, reclamó la implementación de un plan integral de recomposición del hábitat natural, con corredores biológicos, zonas verdes seguras, eliminación de cercos eléctricos y señalización de velocidad para evitar accidentes.
Además, la agrupación solicitó censos poblacionales de la fauna y la creación de un centro de rescate y asistencia para animales silvestres. Según denunció la agrupación vecinal La Voz de los Carpinchos, al menos 46 ejemplares murieron en los últimos seis meses debido a desmontes, atropellamientos y pérdida de hábitat, lo que marcó la urgencia de la intervención judicial.
El fallo de Ottaviano dispuso la suspensión inmediata de toda obra o actividad que dañe los humedales, la prohibición de castraciones químicas o inyecciones anticonceptivas que atenten contra la fauna protegida y la prohibición de fumigaciones en la zona. Además, la empresa Nordelta S.A. deberá acreditar la realización y aprobación de un Estudio de Impacto Ambiental Acumulativo, que contemple de manera integral los efectos pasados, presentes y futuros de las urbanizaciones, fumigaciones y demás intervenciones sobre los humedales y la fauna local.
La decisión judicial se produce pocos meses después de que el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación, Daniel Scioli, anunciara su intención de trasladar y castrar masivamente a los carpinchos por las quejas de algunos vecinos. La propuesta generó una fuerte polémica y fue rechazada por ambientalistas y residentes, que defienden la presencia de los animales como habitantes naturales de los humedales, anteriores a la urbanización del lugar.
El carpincho, protegido por el Decreto Ley 10.081/83 de la provincia de Buenos Aires y por la Ley Nacional de Flora y Fauna, se ha convertido en un símbolo del conflicto entre el avance urbano y la preservación ambiental, consolidando esta medida judicial como un precedente clave en la defensa del ecosistema del Delta del Paraná.