Hace 14 días
Entre 1936 y 1940, la provincia de Buenos Aires destinó un importante presupuesto a los municipios con el objetivo de reactivar la actividad económica y turística, así fue como el gobierno de entonces decidió contratar al enigmático arquitecto Francisco Salamone. Sus obras se focalizaron en una tríada compuesta por palacios municipales, cementerios, mataderos y plazas. Edificios que hacen de la Provincia un destino bueno, bonito y bonaerense.