San Martín: Cremaron los restos de su abuelo pero cuando abrió la urna encontró piedras, maderas y vidrios
Un vecino denunció la aberrante situación que le tocó vivir en el Crematorio Privado de San Martín. Allí incineraron los restos de su abuelo pero cuando viajó a Italia para tirar las cenizas se encontró con una bolsa de escombros. “Me desespera saber que ha sido de su cadáver”.
Un vecino de San Martín realizó una aberrante denuncia que puso en alerta a otros habitantes de la Comuna. Gabriel Maro compartió la horrible experiencia que le tocó vivir a su familia en el Crematorio Privado de San Martín. Según contó el hombre, allí incineraron los restos de su abuelo pero cuando fueron a tirar las cenizas a la tierra natal de su padre, tal como era su deseo, se llevaron la sorpresa de que en la urna había escombros de una obra.
De acuerdo al relato de Maro, su abuelo fue cremado el 27 de junio de 1997 en el Crematorio Privado de San Martín. “En aquella oportunidad nos dieron una urna que contenía una bolsa sellada. Recientemente abrimos la caja para llevar sus cenizas a Italia, lugar de nacimiento de su padre y así cumplir con una promesa postergada, pero en lugar de encontrar sus cenizas, encontramos palos, piedras y vidrios de botellas”, lamentó.
La familia decidió llamar al Crematorio pero según dijo, “se negaron a ayudar”: “Desde octubre nos estuvieron dando vueltas, primero hablamos con un administrativo, Alfredo Aguirre, quien nos garantizó que iba a comunicarse con el dueño, pero es nunca sucedió. Luego me comuniqué con una persona que dijo ser el gerente, Guillermo Olarte, quien prometió darnos una respuesta pero finalmente se burló de nosotros, tampoco hizo nada”.
En consecuencia, Gabriel hizo su denuncia pública a través de las redes sociales y así alertar por otros posibles casos en la zona. “Espero que esto no les haya pasado a ninguna persona. A los que realizaron algún tipo de cremación durante esa época, en junio de 1997, les recomiendo que abran la caja de cremación, miren dentro de la bolsita y corroboren que tengan cenizas, y no como me pasó a mi que me encontré con vidrios, piedras y maderas”, aconsejó.
Gabriel recordó que los restos de su abuelo permanecieron en el cementerio desde 1987, pero que en 1997 desde la necrópolis notificaron a la familia que debían removerlo porque necesitaban esas parcelas delanteras para hacer oficinas. “No nos dieron tiempo, fue todo rápido y no nos quedó otra oportunidad”, señaló Maro, quien 23 años después descubrió que en la urna había escombros de la obra.
Maro sostuvo que “es una vergüenza que el crematorio privado haya robado el cuerpo de mi abuelo”. “Me desespera saber que ha sido de su cadáver. Es una vergüenza que el crematorio se hayan burlado de nosotros, nos hayan maltratado y querido tomar por idiotas”, disparó el hombre, quien calificó este hecho como un “crimen”: “Espero que ninguna otra persona pase por la misma situación. Espero que se haga justicia”.
Por último, Gabriel describió que “esta situación es horrible”. “Siempre escuchamos historias similares a estas pero nunca pensamos que nosotros fuéramos a ser víctimas de esta manera. Lo que han hecho con el cuerpo de mi abuelo es una aberración”, concluyó el hombre.