Diego Brancatelli pasó un mal momento en Unicenter: Le gritaron “basura kirchnerista"
El panelista de Intratables relató su tenso cruce con varios clientes en el estacionamiento, que habían cuestionado la protesta de un grupo de trabajadores del shopping.
El periodista, Diego Brancatelli, vivió un tenso momento al ser increpado en el Unicenter shopping, situado en San Isidro, luego de que una mujer y un hombre lo insultaron y le dijeron que se vaya a comprar "a la villa". El hecho ocurrió en el estacionamiento del paseo de compras de Martínez. Según comentó el propio panelista de Intratables, el episodio comenzó cuando él cuestionó a una mujer que criticó el reclamo de un grupo de trabajadores.
De acuerdo a lo que relató el panelista afín al kirchnerismo, cuando ella lo reconoció empezó a insultarlo. En el estacionamiento además se sumó otro hombre mayor. "En la villa tenés que comprar, acá no sos bienvenido. Sos basura kirchnerista", le espetó.
“Momento muy desagradable me tocó vivir. Mientras estos trabajadores pedían por favor que cesen con los despidos, una señora ‘bien’ empezó a los gritos a increparlos porque según ella ‘no tenían derecho a hacer tanto ruido’”, relató el periodista a través de su cuenta de Twitter.
“Cuando intercedo y le digo ‘señora, por favor, están defendiendo sus puestos laborales’. Me reconoce y empezó a insultar. Me dijo de todo. Yo con mi bebé de 2 años en brazos.
Obviamente que le contesté. Y se enojó más. La siguió hasta la puerta del estacionamiento. ¿La seguridad? Nada”, agregó.
“Ya en la puerta se sumó otro señor mayor. Otro señor ‘bien’ que me decía: "Vos no podés estar acá. Este lugar es nuestro. Son todos unos negros de mierda. Váyanse a comprar a la villa. Vagos de mierda. Chorros". A él también le contesté pero a este lo grabé”, añadió Brancatelli.
A través de su cuenta oficial, el periodista sostuvo: “A mi no me van a callar. Menos cuando hay compañeros luchando por llevar un plato de comida a su casa. Esta sociedad está enferma”. “Existe gente de mierda como ésta, que le molesta la protesta porque interrumpen su paseo o quien cree que no podemos compartir un shopping con ellos por negros”, concluyó.
El periodista, Diego Brancatelli, vivió un tenso momento al ser increpado en el Unicenter shopping, situado en San Isidro, luego de que una mujer y un hombre lo insultaron y le dijeron que se vaya a comprar "a la villa". El hecho ocurrió en el estacionamiento del paseo de compras de Martínez. Según comentó el propio panelista de Intratables, el episodio comenzó cuando él cuestionó a una mujer que criticó el reclamo de un grupo de trabajadores.
De acuerdo a lo que relató el panelista afín al kirchnerismo, cuando ella lo reconoció empezó a insultarlo. En el estacionamiento además se sumó otro hombre mayor. "En la villa tenés que comprar, acá no sos bienvenido. Sos basura kirchnerista", le espetó.
“Momento muy desagradable me tocó vivir. Mientras estos trabajadores pedían por favor que cesen con los despidos, una señora ‘bien’ empezó a los gritos a increparlos porque según ella ‘no tenían derecho a hacer tanto ruido’”, relató el periodista a través de su cuenta de Twitter.
“Cuando intercedo y le digo ‘señora, por favor, están defendiendo sus puestos laborales’. Me reconoce y empezó a insultar. Me dijo de todo. Yo con mi bebé de 2 años en brazos.
Obviamente que le contesté. Y se enojó más. La siguió hasta la puerta del estacionamiento. ¿La seguridad? Nada”, agregó.
“Ya en la puerta se sumó otro señor mayor. Otro señor ‘bien’ que me decía: "Vos no podés estar acá. Este lugar es nuestro. Son todos unos negros de mierda. Váyanse a comprar a la villa. Vagos de mierda. Chorros". A él también le contesté pero a este lo grabé”, añadió Brancatelli.
A través de su cuenta oficial, el periodista sostuvo: “A mi no me van a callar. Menos cuando hay compañeros luchando por llevar un plato de comida a su casa. Esta sociedad está enferma”. “Existe gente de mierda como ésta, que le molesta la protesta porque interrumpen su paseo o quien cree que no podemos compartir un shopping con ellos por negros”, concluyó.