Milei retoma la iniciativa y acelera su plan de ajuste ante la debilidad de la oposición
Tras la victoria electoral de La Libertad Avanza, el presidente Javier Milei busca profundizar su programa de reformas estructurales con el respaldo del voto popular y el apoyo de Estados Unidos. Con la oposición en crisis y los gobernadores divididos, el Gobierno avanza en su agenda de flexibilización laboral, ajuste previsional y reformas impositivas.
Reacomodamiento político y poder reforzado de Karina Milei
El resultado electoral del 26 de octubre marcó un nuevo punto de inflexión para el oficialismo. La contundente victoria de La Libertad Avanza no solo consolidó a Javier Milei como el principal referente político del país, sino que también fortaleció a su hermana y estratega, Karina Milei, quien recuperó control total sobre el Gobierno.
Las renuncias de Guillermo Francos a la Jefatura de Gabinete y de Lisandro Catalán al Ministerio del Interior sellaron el regreso del "núcleo duro" libertario al poder. Con Manuel Adorni designado como nuevo jefe de Gabinete, el mensaje hacia los gobernadores fue claro: las negociaciones serán más duras y sin concesiones.
El oficialismo busca acelerar un plan de reformas de fondo que incluye flexibilización laboral, cambios previsionales y una reforma impositiva regresiva, dejando de lado la búsqueda de acuerdos políticos con los mandatarios provinciales.
Crisis en la oposición: fractura peronista y fracaso de Provincias Unidas
Mientras tanto, la oposición atraviesa una de sus peores crisis en años. El peronismo, debilitado por la derrota y las tensiones internas, enfrenta una fractura abierta entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, con acusaciones cruzadas por la derrota en Buenos Aires y el rumbo del espacio.
La división deja al movimiento sin conducción clara, aunque su base electoral -que ronda el 35% a nivel nacional- le permite mantener presencia y aspiraciones futuras. Sin embargo, el foco mediático sobre la interna peronista oculta otro hecho relevante: el rotundo fracaso electoral del espacio Provincias Unidas, integrado por seis gobernadores, de los cuales solo uno logró retener su distrito.
La alianza, impulsada como una alternativa moderada a Milei, no logró consolidarse y quedó desdibujada tras los comicios. Según los analistas, el electorado rechazó nuevamente la "avenida del medio" y optó por posiciones más definidas.
Un Gobierno con poder reforzado y apoyo externo
Con una oposición fragmentada, el respaldo explícito de Estados Unidos y el capital político de las urnas, Javier Milei acelera su plan económico más ortodoxo. Fuentes cercanas al oficialismo reconocen que el Presidente "hará lo que mejor sabe hacer: avanzar rápido y sin titubeos".
Sin embargo, los primeros resultados económicos no son alentadores. Desde el inicio de su gestión, se perdieron más de 200.000 empleos, con fuerte impacto en el sector privado, mientras que la recesión se profundiza y el consumo cae.
En septiembre, los argentinos compraron más de 6.000 millones de dólares, una cifra que evidencia la falta de confianza y la fragilidad del esquema financiero actual. Analistas advierten que el modelo de dólar bajo para contener precios "gana elecciones, pero destruye la economía real".
Lo que viene: reformas y conflicto social en el horizonte
Con el impulso electoral y el apoyo internacional, Milei apuesta a imponer reformas estructurales que podrían redefinir el país. No obstante, los especialistas alertan que el impacto social del ajuste podría provocar tensiones crecientes en las provincias y entre los sectores más vulnerables.
El panorama político se perfila, así, con un oficialismo fortalecido, una oposición fragmentada y un clima económico de incertidumbre que marcará el pulso de los próximos meses.









