Jorge García Cuerva en Luján: duro mensaje contra la pobreza, el narcotráfico y el abandono a los jubilados
En la misa central de la 51° Peregrinación a Luján, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, lanzó un fuerte mensaje social. Habló de pobreza, narcotráfico y de la situación de los jubilados y discapacitados, en medio de un país atravesado por la crisis y a pocas semanas de las elecciones.
Miles de fieles participaron de la 51° Peregrinación Juvenil a Luján, que bajo el lema "Madre, danos amor para caminar con esperanza" recorrió kilómetros de fe hasta llegar a la basílica. Allí, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, presidió la misa central y dejó un mensaje contundente que resonó en la comunidad: denunció la pobreza, la violencia vinculada al narcotráfico y el abandono que sufren jubilados, discapacitados y sectores vulnerables.
La misa se celebró a las 7 de la mañana en la basílica, en una jornada marcada por lluvias y granizo que no frenaron la llegada de miles de peregrinos. En su homilía, García Cuerva habló de las dificultades que enfrenta el país:
"Hay muchos hermanos que ya no tienen fuerza para seguir, que no encuentran sentido al camino de sus vidas y han detenido su marcha. Les pesa demasiado la pobreza, las consecuencias del narco, las enfermedades, la soledad".
El prelado pidió no ser indiferentes y destacó que cada paso de la peregrinación también es por quienes atraviesan la dureza de la realidad social y económica:
"Caminamos por los que no dan más, por nuestros abuelos, por nuestros adolescentes atravesados por la droga y el alcohol, por los que perdieron un ser querido víctima de la violencia, por los pobres, los niños, los discapacitados, las familias, por los que buscan trabajo. En definitiva, caminamos por nuestra patria".
Un llamado a la esperanza
Con referencias al Papa Francisco y a León XIII, García Cuerva instó a no resignarse frente a la adversidad:
"Caminar con esperanza es no dejarnos ganar por el desaliento y la tristeza, es seguir adelante aunque la violencia y la injusticia parezcan imponerse".
El arzobispo concluyó recordando que la fe sostiene los sueños de un país más justo y fraterno: "La Madre de Argentina nos impulsa a continuar unidos, mirando con misericordia a quienes más sufren".
La peregrinación
La marcha partió desde el santuario de San Cayetano en Liniers y atravesó distintas localidades hasta llegar a Luján. Jóvenes, familias y voluntarios caminaron durante toda la madrugada, reafirmando la tradición de fe más importante del país.