Whirlpool cerró su planta en Pilar y despidió a 220 trabajadores: sorpresa, tensión y reclamos en el Parque Industrial de Fátima
La multinacional Whirlpool cerró de forma sorpresiva su fábrica de lavarropas en Pilar y despidió a sus 220 empleados por caída de ventas y avance de importaciones. La planta había sido inaugurada en 2022 con una inversión de USD 52 millones.
En una decisión inesperada que generó preocupación y tensión en el Parque Industrial de Fátima, la empresa Whirlpool anunció el cierre inmediato de su planta en Pilar y la desvinculación de 220 trabajadores. La resolución fue comunicada este miércoles a todo el personal, incluyendo operarios, administrativos y áreas técnicas.
La compañía, uno de los gigantes globales del sector, argumentó que la medida responde a la pérdida de competitividad, la desaceleración del consumo y el creciente ingreso de productos importados, que impactó de lleno en sus ventas.
Una fábrica joven que no llegó a despegar
La planta había sido inaugurada en octubre de 2022, con una inversión de USD 52 millones, proyectada para fabricar 300.000 lavarropas por año y exportar el 70% de su producción.
Sin embargo, hoy solo producía 150.000 unidades anuales, repartidas en partes iguales entre mercado interno y exportación.
La caída en la actividad fue evidente:
• Producción habitual: 500 a 600 lavarropas por día
• Producción actual: 400 unidades por día
• Dos semanas atrás: despidos de trabajadores eventuales
• 22 de diciembre: la empresa había adelantado vacaciones sin anticipar un cierre
La explicación de Whirlpool y el impacto en los empleados
La empresa adujo una brusca caída del consumo, sumada al aumento de importaciones de lavarropas más baratos, especialmente de origen asiático.
Un trabajador relató que un lavarropas Whirlpool de 7 kilos costaba entre $800.000 y $1.000.000, mientras que modelos chinos similares se conseguían a mitad de precio.
Este miércoles, los 220 empleados fueron convocados de manera simultánea y notificados del cierre.
El testimonio de Ignacio Cabezas, operario de la firma, refleja el clima de shock:
"No nos dieron ningún aviso. Nos desvincularon a todos y nos trajeron transporte para el que quisiera irse. Pero no nos vamos a ir hasta que nos den una respuesta coherente".
Muchos trabajadores permanecieron en la playa de estacionamiento en señal de protesta, exigiendo claridad y garantías sobre sus indemnizaciones.
Indemnizaciones, UOM y futuro incierto
Whirlpool informó que se está negociando con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) un paquete de salida que incluiría indemnización completa + un plus.
La medida afecta a personal de producción y también a áreas como ingeniería, calidad y administración.
Por ahora, la compañía no definió el destino de la planta de Pilar.
"No hay información; hay varias alternativas", dijeron desde la firma.
La operación comercial continúa
Pese al cierre de la fábrica, Whirlpool aclaró que mantendrá su presencia comercial y de distribución en Argentina, como hace 35 años. Entre 100 y 120 empleados seguirán trabajando en esa estructura.
La empresa afirmó que la decisión responde a una "reconfiguración estructural" orientada a un modelo más ágil y eficiente para operar en un mercado adverso.
Ecos internacionales
El cierre tuvo repercusión en medios económicos globales.
El portal Investing destacó que Whirlpool SA, filial brasileña, alineó la medida a sus "directrices de eficiencia operativa y asignación responsable de recursos", y remarcó que las importaciones y la comercialización seguirán sin cambios.
Tres años de expectativas truncas
En 2022, durante la inauguración, la compañía había destacado que Argentina era su tercer mercado más importante en la región, detrás de Brasil y México.
El cierre repentino contrasta con ese escenario y deja un fuerte impacto en Pilar y la región.
El cierre de la planta de Whirlpool en Pilar marca uno de los episodios industriales más significativos del año en la Región Norte. Con 220 familias afectadas y un parque industrial que pierde una inversión millonaria, el caso vuelve a poner el foco en la competitividad, el avance de importaciones y las dificultades del sector manufacturero argentino. La incertidumbre por el futuro del predio y el reclamo de los trabajadores mantienen la tensión en el distrito.









