Nico González, un orgullo escobarense en la Scaloneta

El actual número 10 de la Fiorentina de Italia nació el 6 de abril de 1998, en el seno de una familia netamente escobarense del barrio Stone, compuesta por su papá Cristian, su madre Paola Domínguez, y su hermano mayor Gabriel, quien acompañaba a Nico de chiquito en todas sus aventuras y compartía la pasión por el fútbol.

Nico dio sus primeros pasos en el Club Sportivo Escobar y en el Club Atlético Belén de Escobar, donde desarrolló su talento y aprendió valores fundamentales para su carrera como la dedicación y la disciplina. También guarda buenos recuerdos de su paso por la escuela Nº 21 "Jorge Inchauspe", donde cursó la primera parte de sus estudios en Belén de Escobar.

Así lo recuerda 'Cacho' Silva, entrenador de Nico en el Club Atlético Belén de Escobar: "Me acuerdo de la familia entera pero más que nada de la mamá, que juntaba monedas para poder viajar. Ella hizo un esfuerzo grandísimo y esto va a quedar siempre en mi memoria, además del talento de Nico y el gran ser humano que es".

Mientras hacía sus primeras armas en Escobar, logró incorporarse a Argentinos Juniors, donde debutó exitosamente en el primer equipo, para luego desembarcar en el Stuttgart de Alemania, saltar a la Selección y convertirse en una pieza clave en la Copa América 2021, donde Argentina se consagró campeón después de 28 años. Tras este enorme logro, fue recibido con orgullo en Escobar y reconocido por el intendente y todo el municipio al ser declarado "Ciudadano Destacado del Deporte Nacional e Internacional". En estos días busca junto a Messi y el resto de las figuras albicelestes volver a ganar la Copa América.

"Estoy orgulloso de él y de todos los compañeros del club, que cuando Nico vuelve, se acercan a verlo, a charlar y a compartir lindos momentos. Me regaló su camiseta firmada de la Fiorentina y la guardo como un tesoro", cuenta Ricardo Tarantini, uno de sus entrenadores en el Club Sportivo de Belén de Escobar.

En 2022, Nico ganó la Finalissima ante Italia, pero una lesión lo dejó fuera del Mundial de Qatar. A pesar de esto, alentó a sus compañeros desde Escobar, celebrando cada triunfo con sus vecinos en plena Tapia de Cruz. Sin perder su humildad, sigue regresando a la ciudad cuando sus compromisos se lo permiten, manteniendo siempre sus raíces escobarenses.

"Mi familia me inculcó valores fundamentales como la humildad y el trabajo, y esos valores permanecen conmigo. Deseo que los chicos que juegan en los clubes de Escobar, como lo hice yo, sepan que con esfuerzo se pueden alcanzar las metas que uno se propone", afirma el crack escobarense.