Uno de cada 3 jóvenes aprende sobre dinero en redes: alertan por desinformación, estafas y falta de educación financiera formal
Un informe internacional de Santander e IPSOS reveló que el 33% de los jóvenes argentinos aprende sobre dinero en redes sociales. La falta de educación financiera formal expone a riesgos de estafas, desinformación y decisiones erróneas. El estudio muestra fuertes brechas entre lo que la gente cree saber y lo que realmente conoce.
Las redes sociales se consolidaron como la principal vía de aprendizaje financiero para millones de jóvenes, especialmente entre los 16 y 24 años. Según el nuevo informe "El valor de aprender", elaborado por Santander e IPSOS y basado en casi 20.000 encuestas en diez países, uno de cada tres jóvenes argentinos afirma aprender sobre dinero a través de plataformas digitales e influencers, muy por encima de la generación adulta.
Pero el fenómeno trae riesgos crecientes: desinformación, fraudes online y falta de pensamiento crítico en temas financieros básicos.
Brecha entre lo que creemos saber y lo que realmente sabemos
El informe reveló una contradicción llamativa:
- 61% de los encuestados asegura tener conocimientos financieros suficientes.
- Pero solo el 11% se siente realmente informado sobre cómo administrar su dinero.
En Argentina, la brecha es aún más marcada: apenas 27% respondió correctamente una pregunta básica sobre inflación, a pesar de que la mayoría afirma manejar conceptos económicos.
Jóvenes argentinos: aprendizaje express, pero más exposición a fraudes
El 33% de los jóvenes en Argentina aprende sobre dinero en redes sociales, duplicando la proporción de los adultos.
Sin embargo, esa práctica trae riesgos concretos:
- 7 de cada 10 jóvenes recibió al menos un intento de estafa digital.
- 1 de cada 4 cayó en un fraude online.
El estudio advierte que el auge de los "finfluencers" -consejos rápidos, promesas de ganancias y tutoriales express- multiplica la exposición a datos erróneos o engañosos, especialmente cuando no existen herramientas para distinguir fuentes confiables.
Escuelas y familias, ausentes
El trabajo de IPSOS reveló que 91% de los argentinos cree que la educación financiera debe enseñarse en la escuela y en casa, pero:
- Solo 14% recibió formación financiera en el colegio.
- El 86% nunca tuvo educación económica durante la escolaridad.
Entre las razones que impiden capacitarse en la adultez aparecen el costo (44%) y la falta de tiempo (31%).
Qué temas quieren aprender los argentinos
Los contenidos más demandados son:
- Elaboración de presupuestos.
- Gestión de gastos y deudas.
- Toma de decisiones informadas.
En todos los países consultados, los participantes pidieron más educación sobre ahorro, inversión e impuestos, ubicando a la educación financiera como segunda prioridad para incluir en el currículo escolar, solo detrás de las matemáticas.
Un ecosistema digital que potencia la desinformación
El informe advierte que la fragmentación de contenidos y la falta de pensamiento crítico generan un "terreno fértil" para:
- Fake news financieras.
- Promesas de inversión irreal.
- Esquemas de fraude.
- Manipulación a través de finfluencers.
La ausencia de filtros y de educación formal amplifica la vulnerabilidad, tanto en jóvenes como en adultos.
Qué hacen los bancos: educación, prevención y talleres
Ante este escenario, entidades como Santander lanzaron programas para mejorar la alfabetización financiera:
- Talleres presenciales para estudiantes y familias.
- Cursos digitales gratuitos.
- Materiales educativos sobre administración del dinero.
- Campañas de prevención de estafas y delitos virtuales.
Más de 20.000 personas participaron de estas iniciativas en el último año.
"El desafío no es solo enseñar a manejar el dinero, sino ayudar a tomar decisiones responsables en un entorno digital cada vez más complejo", afirmó Alejandro Butti, CEO de Santander Argentina.
Una problemática global
El informe mostró que la vulnerabilidad frente a estafas y desinformación no es exclusiva de Argentina: se replicó en Europa, América Latina y Estados Unidos. Los investigadores destacaron que, a nivel global, existe una tendencia a sobreestimar la capacidad financiera personal, lo que aumenta la exposición al error en entornos digitales no regulados.









