Según el Indec, el 10% de los jubilados son pobres, pero estudios advierten que la cifra real sería mucho mayor
El último informe oficial señaló que el 10,8% de los adultos mayores en Argentina está bajo la línea de pobreza. Sin embargo, organizaciones y especialistas cuestionan la metodología y aseguran que más del 70% de los jubilados no logra cubrir sus necesidades básicas.
La polémica por los datos oficiales
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que, durante el primer semestre de 2025, el 10,8% de los jubilados se encuentra bajo la línea de pobreza. Sin embargo, el dato fue duramente criticado por organizaciones sociales, economistas y hasta trabajadores del propio organismo, que advirtieron que la metodología utilizada no refleja la realidad de la tercera edad en el país.
Un informe de la ONG HelpAge International asegura que en 2024 el 73% de los adultos mayores era pobre, una cifra que contrasta fuertemente con los números oficiales.
Ingresos y canasta de los jubilados
Actualmente, el 47% de los jubilados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) cobra haberes iguales o menores a la mínima, el 17% entre una y dos jubilaciones mínimas y el 36% restante percibe ingresos superiores. Se trata de un universo de 6,12 millones de personas.
En septiembre, la jubilación mínima fue de $320.277, a lo que se sumó un bono extraordinario de $70.000. Sin embargo, según la Defensoría de la Tercera Edad, en abril la canasta básica de un jubilado alcanzaba los $1.200.523. Esto significa que incluso quienes cobran el equivalente a dos jubilaciones mínimas no llegan a cubrir lo esencial.
Medicamentos, vivienda y servicios: los gastos invisibilizados
Especialistas como Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad, remarcan que la canasta oficial del Indec no contempla gastos decisivos para los adultos mayores, como medicamentos, vivienda o servicios de cuidado.
Además, el PAMI redujo la cobertura del 100% en algunos remedios, lo que obliga a los jubilados a destinar gran parte de sus ingresos a tratamientos médicos. A esto se suma el fuerte incremento de tarifas y alquileres, que golpea especialmente a quienes no son propietarios.
El economista Hernán Letcher subrayó que "para la medición de pobreza da lo mismo si los adultos mayores tienen medicamentos gratuitos o no, cuando en la realidad esa diferencia es fundamental".
El costo del cuidado y la falta de geriátricos
Otro factor crítico es el acceso a servicios de internación. Según el gerontólogo Eugenio Semino, "no se consiguen geriátricos por menos de 3 o 4 millones de pesos mensuales" y el PAMI, principal prestador, tiene listas de espera de hasta un año para acceder a una cama.
Críticas a la metodología del Indec
Tras la publicación del índice oficial de pobreza (31,6% de la población total y 6,9% de indigencia), desde la UCA y el CEPA advirtieron que la falta de actualización de las canastas básicas sobreestima la caída de la pobreza.
Un estudio de la consultora Equilibra y el Observatorio Universitario de Economía de la Universidad Nacional de La Pampa estimó que, en realidad, la pobreza alcanzó al 43,3% de la población en el segundo semestre de 2024, nueve puntos más que los datos oficiales.
Incluso los propios trabajadores del Indec, a través de ATE, difundieron un comunicado en el que alertaron que "no hay nada para festejar y mucho para preocuparse". También denunciaron la fuga de profesionales altamente calificados por los bajos salarios.
El contraste entre los datos oficiales y los estudios independientes revela una profunda discusión sobre cómo medir la pobreza en la Argentina. En el caso de los jubilados, los números son contundentes: aunque el Indec señala que solo el 10% es pobre, informes paralelos sostienen que la mayoría de los adultos mayores no llega a fin de mes y vive en condiciones de vulnerabilidad económica.