La suba del dólar ya golpea en góndolas: alimentos y bebidas aumentaron 1,6% en una semana
La escalada del dólar se trasladó a los precios y provocó un aumento del 1,6% en alimentos y bebidas en la tercera semana de septiembre. Panificados y lácteos encabezaron las subas.
El impacto de la corrida cambiaria en los precios
La fuerte suba del dólar en la tercera semana de septiembre, que obligó al Gobierno a vender u$s1.110 millones en apenas tres días para contener la demanda, ya se reflejó en las góndolas. Según mediciones privadas, los alimentos y bebidas registraron un incremento promedio del 1,6%, el dato semanal más alto en el último mes.
El informe de la consultora LCG destacó que, tras dos semanas de estabilidad relativa, la inflación volvió a acelerarse. Los panificados (5,2%) y los lácteos y huevos (5,1%) fueron los rubros que más subieron, generando presión en la canasta básica.
Aumentos semanales por rubro
De las 10 categorías relevadas, ocho registraron incrementos en la tercera semana de septiembre:
- Pan, cereales y pastas: +5,2%
- Lácteos y huevos: +5,1%
- Aceites: +2,5%
- Frutas: +2,5%
- Azúcar: +1,6%
- Bebidas e infusiones: +1%
- Comidas listas para llevar: +0,9%
En contraste, dos rubros mostraron caídas: verduras (-3,4%) y carne (-0,1%).
Inflación mensual: alimentos y bebidas en alza
En las últimas cuatro semanas, los alimentos acumularon un alza promedio del 1,2%, con los panificados y las carnes explicando casi el 80% de la variación.
Los productos que más subieron en este período fueron:
- Frutas: +6,3%
- Aceites: +5,2%
- Pan, cereales y pastas: +2%
- Carnes: +2%
- Comidas listas: +1,4%
Por su parte, las verduras no tuvieron cambios, mientras que los lácteos (-2%) y el azúcar (-0,7%) registraron caídas.
Proyecciones inflacionarias
La consultora Analytica también detectó un repunte inflacionario a mediados de mes. Estimó que la inflación semanal fue de 0,2% y que los alimentos cerrarán septiembre con una suba de 2,1%.
El traslado de la devaluación a los precios mantiene la presión inflacionaria en un escenario donde el consumo ya está golpeado, y donde el aumento del dólar se convierte en un motor clave de la suba del costo de vida.