Fuerte suba del precio de la carne: en un año aumentó 72,8% y duplicó a la inflación
El precio de la carne vacuna registró en el último año un incremento del 72,8%, más del doble que la inflación minorista. El impacto en el consumo ya se siente en los hogares, que optan por cortes más baratos o carnes alternativas.
La carne vacuna volvió a ubicarse en el centro de la preocupación de los consumidores. En los últimos doce meses, su precio aumentó un 72,8%, superando ampliamente a la inflación minorista, que fue del 31,4%, según datos oficiales. Esta fuerte suba profundiza la pérdida del poder adquisitivo y obliga a las familias a modificar sus hábitos de consumo.
De acuerdo con el último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), los precios de la carne en mostrador aumentaron 8,3% intermensual en noviembre en el AMBA, Córdoba y Rosario. Esta variación más que triplica la inflación oficial del mes, que fue del 2,5%.
El comportamiento del precio responde en parte a factores estacionales, ya que noviembre y diciembre suelen registrar aumentos por la mayor demanda vinculada a las fiestas. Sin embargo, el impacto es directo sobre el bolsillo de los hogares, que se ven obligados a reducir el consumo o a reemplazar la carne vacuna por opciones más accesibles.
Menor stock ganadero y presión sobre los precios
Según un análisis de la Sociedad Rural Argentina (SRA), el stock ganadero se redujo en los últimos años. La entidad estima que nacieron cerca de 700.000 terneros menos en comparación con períodos anteriores, lo que genera un bache de oferta difícil de revertir en el corto plazo, ya que la recomposición del rodeo puede llevar entre dos y cuatro años.
A este escenario se sumaron las lluvias excesivas, que complicaron la circulación en caminos rurales y el traslado de animales hacia los mercados, afectando la logística y los costos.
Además, distintos analistas señalan que el sector atraviesa una fase de retención de vientres. Tras años de liquidación de ganado por la sequía, los productores comenzaron a conservar hembras para recomponer sus rodeos. Aunque esta estrategia es positiva a largo plazo, en el presente reduce la cantidad de animales enviados a faena.
Influencia del mercado internacional
Otro factor clave es el contexto internacional. El aumento del precio global de la carne, impulsado por la menor producción en Estados Unidos tras las sequías y la recuperación de la demanda china, presiona sobre los valores locales.
Los frigoríficos exportadores pagan precios más altos para asegurar mercadería, lo que termina trasladándose al mercado interno, especialmente en los animales de mayor peso.
Carnes alternativas y cambios en el consumo
El fuerte incremento de la carne vacuna aceleró la sustitución por carnes alternativas. Según el IPCVA, el pollo aumentó solo 1% mensual en noviembre y 32% interanual, en línea con la inflación. En tanto, el cerdo subió 2,6% mensual y 33,7% en el último año.
Este cambio en los hábitos de consumo dejó de ser una elección y pasó a convertirse en una estrategia para sostener el gasto alimentario frente a la pérdida de poder adquisitivo.
Carnicerías vs supermercados
El informe también revela una marcada diferencia entre puntos de venta. En carnicerías, los precios subieron 9,2% mensual, mientras que en supermercados el aumento fue del 6,4%.
Esta brecha anticipa un corrimiento de la demanda hacia los grandes comercios, donde las familias buscan amortiguar el impacto de las subas aceleradas.









