El transporte en crisis: los colectivos perdieron casi 30% de pasajeros en diez años
El sistema de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) atraviesa una profunda contracción. Según un informe de las empresas del sector, en 2025 se transportaron un 27% menos de pasajeros que hace una década, con menos servicios, menor recaudación y un escenario que no logra recuperarse ni siquiera frente a los niveles de la pospandemia.
Menos pasajeros que en la salida de la pandemia
El transporte de colectivos del AMBA continúa achicándose. De acuerdo al último informe de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta), entre enero y noviembre de 2025 el sistema movilizó un 27% menos de pasajeros que en 2015, consolidando una caída sostenida que ya lleva diez años.
El retroceso también se profundizó en el corto plazo: el índice de pasajeros cayó 5% interanual respecto de 2024 y 12% en comparación con 2023, confirmando que la demanda no logró recuperarse tras la pandemia de coronavirus.
La Ciudad de Buenos Aires, la más afectada
El informe revela que la Ciudad de Buenos Aires es el distrito donde el deterioro fue más pronunciado. En CABA, el número de pasajeros se redujo en más de un tercio en diez años (-33%), con una baja del 5% interanual y del 12% frente a 2023.
En el conurbano bonaerense, la caída acumulada desde 2015 fue del 28%, mientras que las líneas de jurisdicción nacional registraron una pérdida del 23% en el mismo período. En todos los casos, los niveles actuales resultaron inferiores a los de 2022, cuando todavía existían restricciones sanitarias.
Menos usuarios, menos servicios
La caída de la demanda tuvo un impacto directo en la oferta. En 2025, los colectivos del AMBA recorrieron 18% menos kilómetros que en 2015, reflejando un fuerte recorte de servicios.
En términos interanuales, la reducción fue del 5% respecto de 2024 y del 9% frente a 2023. Nuevamente, la Ciudad de Buenos Aires aparece como el distrito más afectado, con una baja del 22% en los kilómetros recorridos en la última década. En el conurbano y en las líneas nacionales, la contracción acumulada fue del 18%.
Tarifas, subsidios y tensión en el sector
Este escenario se da en un contexto de fuerte tensión entre las empresas y el Gobierno. A mediados de noviembre, la Secretaría de Transporte aplicó un aumento del 9,7% en las 104 líneas nacionales del AMBA, que llevó el boleto mínimo a $494,75.
Desde el sector empresario advirtieron que la suba no alcanza para cubrir los costos operativos, ya que los incrementos tarifarios se descuentan de los subsidios. Según Aaeta, en los últimos diez años el sistema perdió un tercio de sus ingresos reales.
"En modo alguno este ajuste implica una mejora en la economía de las empresas, ya que todo aumento de tarifa es descontado de los subsidios, que siguen siendo la principal fuente de ingresos del sector", señalaron.
Riesgo para salarios y continuidad del servicio
Las cámaras empresarias también alertaron sobre dificultades para afrontar el pago de salarios y aguinaldos, lo que derivó en medidas de presión y paros parciales en distintas líneas del AMBA.
Desde el sector remarcaron la necesidad de analizar el esquema completo de financiamiento -tarifas más subsidios- para evaluar la real capacidad del sistema de sostener los servicios en un contexto de caída sostenida de pasajeros.
Un sistema más chico y sin señales de recuperación
Los datos de Aaeta confirman que el transporte de colectivos del AMBA no logró recuperar los niveles previos a la pandemia y, lejos de revertir la tendencia, profundizó su achicamiento. Menos pasajeros, menos servicios y mayor deterioro en la Ciudad de Buenos Aires configuran un escenario crítico para uno de los pilares de la movilidad urbana.









