Avanza el cierre de empresas en el país: ya se perdieron casi 20.000 firmas en 22 meses
La Argentina atraviesa un profundo retroceso del entramado productivo: en menos de dos años cerraron casi 20.000 empresas y se perdieron más de 260.000 puestos de trabajo, según datos oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
El deterioro de la actividad económica continúa impactando de lleno en el empleo y en el tejido productivo nacional. De acuerdo a datos oficiales, el cierre de empresas avanza sin pausa y ya muestra cifras alarmantes tanto en cantidad de firmas como de trabajadores afectados.
Según la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), en los últimos 22 meses el país perdió 19.114 empleadores -casi 30 empresas por día- y 264.101 trabajadores, tomando como base los registros del seguro obligatorio del sistema.
El último dato disponible corresponde a septiembre, cuando entre altas y bajas se registró una reducción neta de 970 empresas, lo que afectó directamente a 4.360 trabajadores.
En lo que va de 2025, el número de empresas con al menos un trabajador cayó de 499.682 en diciembre de 2024 a 492.223 en septiembre, lo que representa 7.459 unidades productivas menos. En paralelo, la cantidad de trabajadores empleados bajó de 9.647.751 a 9.576.189, es decir, 71.562 empleos menos.
Si se compara con noviembre de 2023, mes tomado como referencia para evaluar la gestión del gobierno de Javier Milei, el sistema de riesgos del trabajo contabilizaba 511.337 empleadores y 9.840.290 trabajadores, lo que refleja la magnitud del retroceso actual.
Desde la SRT explicaron que por "unidades productivas" se entiende a entidades, empresas u organismos públicos o privados que emplean a una o más personas y producen bienes o servicios.
Los sectores más castigados en términos de empleo fueron la construcción, la industria manufacturera, el comercio y el sector público. En particular, la construcción sufrió un fuerte impacto a partir de la paralización de la obra pública y privada, mientras que en el sector estatal se profundizaron las desvinculaciones, retiros voluntarios y cesantías.
Tras una fuerte caída inicial a mediados de 2024, vinculada a la devaluación y al ajuste del gasto público, se observó una leve recuperación que se frenó en septiembre del año pasado. Desde entonces, tanto el número de empresas como el de trabajadores volvió a mostrar una tendencia descendente, que se aceleró durante 2025.
El escenario se agrava en un contexto donde el consumo no logra repuntar, afectado por el aumento del desempleo, la caída del poder adquisitivo y el mayor peso de los gastos fijos en los hogares. Las subas en tarifas de servicios, como electricidad, gas, prepagas y expensas, redujeron significativamente el dinero disponible para alimentos, indumentaria y consumo básico.









