Campana en crisis: cerró la fábrica de motos KTM y 65 trabajadores quedaron en la calle
La planta de la reconocida marca KTM en el Parque Industrial de Campana cerró de manera sorpresiva, dejando a 65 empleados sin trabajo. La UOM denunció vaciamiento y sospecha que la empresa quiere volver a ser importadora.
Un nuevo conflicto laboral sacude a Campana. La planta ensambladora de motos KTM, ubicada en el Parque Industrial, cerró sus puertas de forma sorpresiva y dejó a 65 trabajadores en la calle, generando un fuerte rechazo sindical y cuestionamientos al modelo económico del gobierno de Javier Milei.
Cierre sin previo aviso
Según denunciaron los trabajadores, al llegar a la fábrica en su horario habitual fueron notificados mediante carta documento por parte de Recursos Humanos que no podían ingresar a sus puestos. La medida no fue anticipada al gremio que los representa, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
"Los compañeros se vieron imposibilitados de entrar a trabajar. La empresa no dio ninguna novedad y sólo presentó un escrito en el Ministerio de Trabajo. No sabemos si será un cierre permanente o temporal", declaró Jeremías Colella, delegado de la UOM.
"Sospechamos que quieren volver a ser importadores"
La situación generó indignación en los trabajadores, que iniciaron una vigilia en la puerta de la planta, ubicada en la Ruta 9, kilómetro 77, para exigir la reincorporación y denunciar el "vaciamiento de la fábrica".
"Recientemente se había dicho que llegarían nuevos modelos para ensamblar, pero hoy no dejaron entrar a los empleados. Sospechamos que pretenden dejar de producir en el país y volver a ser una empresa importadora", señaló Colella.
El gremio advirtió que la medida también repercutió en la planta de Pilar, donde se ensamblan motos Royal Enfield, que estuvo paralizada aunque con promesa de reanudar actividades.
Una marca con trayectoria internacional
KTM, reconocida marca austriaca de motocicletas de motocross, enduro y calle, opera en Argentina a través del Grupo Simpa S.A., que fabrica y comercializa sus productos en el país desde 2013. La planta de Campana era clave en ese proceso productivo.
Los trabajadores remarcaron que los salarios se venían pagando con normalidad y que la producción no mostraba señales de crisis, lo que hace aún más sorpresiva la decisión.
Repercusiones políticas y sindicales
Desde la UOM advirtieron que la medida no solo afecta a las familias de los 65 trabajadores, sino también a la actividad productiva local y al entramado industrial de la región. A su vez, dirigentes sindicales apuntaron contra las políticas de apertura de importaciones del gobierno nacional, que golpean a las fábricas instaladas en el país.
Mientras tanto, la incertidumbre crece en Campana y los empleados esperan respuestas concretas del Ministerio de Trabajo y de la empresa sobre el futuro de la planta.