En San Isidro los abuelos practican Tai Chi Chuan
La práctica de esta disciplina oriental ayuda mejorar la postura y el equilibrio, fortalece la masa muscular, mejora la flexibilidad y el sistema respiratorio. Las clases se dictan los viernes en Puerto Libre (Elcano y el río, Martínez).
“Estaba en el taller de canto, los vi y me vine rápido. Está buenísimo hacer Tai Chi. Sé que mañana me voy a levantar y me voy a sentir muy bien”, dijo Clotilde, una de los casi 50 alumnos que todos los viernes a la tarde participan de las clases de Tai Chi Chuan que se dictan en el predio Puerto Libre, donde asisten miles de abuelos sanisidrenses del programa municipal para la tercera edad Juventud Prolongada.
Todos los viernes, de 14 a 16, el profesor Sergio Bearzotti recibe a sus alumnos en el jardín del predio y durante toda la clase se encarga de transmitirle lo mejor de esta disciplina oriental “que nació como arte marcial”.
Bearzotti contó que los beneficios de la ejercitación del Tai Chi Chuan son múltiples: fortalece las principales articulaciones, mejora la flexibilidad y la coordinación, optimiza el funcionamiento de los órganos y la relación entre ellos también y perfecciona el sistema respiratorio. Y destacó: “Existen estudios que demostraron que la práctica de Tai Chi Chuan en la tercera edad mejora notablemente los estados depresivos”.
El profesor enfatizó que esta disciplina nos ayuda a tomar conciencia de todo nuestro cuerpo, de los movimientos que realizamos y cómo, a saber si estamos bien parados, si nuestra columna vertebral está alineada o no. “Hay que llevar el Tai Chi a la cotidiano”.
“No hay un límite de edad para hacerlo; sólo se necesitan ganas. Hasta se puede hacer en sillas, si existe una limitación física”, afirmó.
Finalizada la clase, María Elena Alsina, de Martínez, reveló que su personalidad es muy eléctrica, que es amante de la gimnasia y que lo que más le gusta del Tai Chi Chuan es que logra relajarse. “Te afloja todo, el cuerpo, los nervios, todo. A mí me encanta y es muy bueno para la salud”, opinó Gala Sandoval, de Boulogne, quien también asiste a las clases de natación, folclore y computación. Mientras juntaba sus cosas del césped, Rita Caroleo sostuvo que va a las clases porque sus dolores corporales mutan y el ejercicio la ayuda a combatirlos.
