Vidriera tecnológica en INTA San Pedro: asistencia perfecta
En un día espléndido se desarrolló la primera jornada de la “Vidriera tecnológica” que el INTA San Pedro organiza cada año para las escuelas en el mes de octubre.
A diferencia de otras ocasiones, estuvieron presentes todas las escuelas que habían previsto su participación. Las únicas bajas fueron de escuelas que lo anticiparon los días anteriores. “Es un orgullo para nosotros recibir a los estudiantes y que puedan apreciar alguna de las actividades que tenemos y compartimos para un evento específico de escuelas”, explica Lorena Peña, una de las profesionales a cargo de la coordinación del evento.
Los 480 alumnos que participaron en esta jornada y los 50 docentes, pertenecen al territorio de influencia directa de la Estación Experimental: 7 escuelas de San Pedro, incluyendo una de La Tosquera y otra de Río Tala, 2 de Baradero, y luego San Nicolás, Arrecifes, Gral. Savio, y Zárate. También llegaron desde desde la provincia de Santa Fe, desde las ciudades de Villa Constitución y Rosario.
El evento supuso 5 estaciones, la mayoría de ellas inspiradas en el eje “ambiente y tecnología” que es uno de los aspectos en los que el INTA enfoca su accionar. Una estación de “Agroecología” propuso a los chicos la concreta posibilidad de compostar los desechos orgánicos de la casa o la escuela, y posteriormente pudieron conocer un experimento en convenio con el EMBRAPA donde se buscan alternativas de producción agroecológica de hortalizas en escala. También hubo un espacio para pensar el “uso racional de agroquímicos”, y las medidas de higiene y seguridad que aportan al cuidado de la salud humana. Otra estación propuso pensar al agua como vital elemento, y se mostró como se recolecta el agua de lluvia desde los invernáculos ubicados en la unidad, se almacena y posteriomente se la utiliza para el riego. Allí pudieron también ver un recientemente implantado ensayo de cultivo sin suelo en hidroponía, donde actualmente se propone una huerta con 12 cultivos diferentes. Más alejada estaba la calicata que permitía conocer los distintos perfiles que conforman nuestro suelo y cómo esto nos ayuda a pensar sobre su conservación. Finalmente pudieron conocer el instrumental en agrometeorología, y cómo este fue cambiando a través del tiempo. Todas las propuestas trataron de adaptarse a los grupos que iban desde los 10 a los 17 años en su mayoría, y de acompañarlos con una conexión a las situaciones diferentes de los visitantes. Lorena Peña amplió: “Tratamos que se lleven algo de acá para que puedan apropiárselo en sus casas o en la escuela”.
La comunicadora agregó: “Promovemos la integración en las escuelas y el intercambio entre colegios de distintas ciudades”. Con una visita completa que alcanzaba las 3 horas, y el acompañamiento como guía de profesionales, técnicos y auxiliares de la unidad, los visitantes además compartieron esas recorridas con grupos de otras escuelas.