"Gatillo fácil": Los Villegas volvieron a reclamar Justicia en Escobar
Fue durante una marcha por las principales arterias de la ciudad de Belén de Escobar. Cerca de 100 personas participaron de la manifestación a siete meses del asesinato de Samuel Villegas.
Cerca de las 18 horas del Sábado último, familiares, amigos y organizaciones sociales marcharon por las principales calles de la localidad de Escobar reclamando justicia por el asesinato de Juan Samuel Villegas, acontecido durante un confuso hecho ocurrido en el barrio El Matadero de Belén de Escobar el 22 de Mayo de este año.
Si bien la marcha se desarrolló pacíficamente, generó un verdadero caos vehicular y la paranoia de los comerciantes que en muchos casos bajaron sus persianas pensando que se trataban de saqueadores a pesar de las pancartas que los manifestantes llevaban delante de la movilización que culminó a escasos metros de la Comisaría 1ª con un clima de marcada tenso.
Juan Carlos Villegas, padre de la víctima, a pesar de los rumores que circulan por las calles del partido que involucran a Samuel con actividades ilegales al momento del hecho, sigue defendiendo la inocencia de su hijo y mantiene muy firme la postura del “gatillo fácil” involucrando a los efectivos policiales de la Comisaría Escobar 1ª que actuaron en aquella noche.
“La otra vez estuvimos en la Fiscalía de Campana y a partir de eso, le pidieron al Fiscal de la causa, que es de acá, que pida más testigos porque falta gente que aporte todo lo que sepa para que se aclare más rápido la muerte de Samuelito” afirmó un emocionado Juan Villegas quien dijo no poder brindar más información sobre la causa por pedido expreso de su abogada.
La marcha comenzó a partir de las 18 horas con el corte de la Ruta 25 a la altura del puente de Escobar y continúo, caos y conflicto mediante con los automovilistas que circulaban por la zona en una hora muy transitada, por la Avenida 25 de Mayo hasta llegar a la calle Rivadavia donde doblaron, pasando por la terminal de ómnibus hasta llegar a la Avenida Tapia de Cruz. Este trayecto por las arterias más transitadas de la ciudad se realizó sin mayores inconvenientes, pero con una temperatura bastante elevada ya que los manifestantes insultaron durante todo el recorrido a la camioneta policial que circulaba delante de ellos y además porque los comerciantes tenían una notoria preocupación de que les robaran, producto tal vez de la paranoia generalizada en los últimos días.
El momento de mayor tensión durante la marcha se vivió frente al Palacio Municipal cuando los manifestantes frenaron y rodearon al patrullero al grito del “Se va acabar, se va acabar, esa costumbre de matar”. Los tres efectivos que se encontraban fuertemente armados en la parte trasera del vehículo pidieron refuerzos de inmediato, pero los líderes de la marcha hicieron continuar la movilización calmando a los suyos y sin pasar a mayores.
Los manifestantes volvieron a retomar la Tapia de Cruz con el objetivo principal de llegar a la comisaría y repudiar, como lo hacen los días 22 de cada mes, a los policías locales y denunciar al “gatillo fácil”. Pero la fuerza policial actúo de manera preventiva y en la intersección de esta avenida con la calle Irigoyen dispuso un vallado para frenar a tiempo a la impulsiva tromba humana.
La marcha finalizaría en esa esquina, a escasos, pero controlados metros de la Seccional 1ª.
Pasada las 20, cuando los manifestantes empezaron a desconcentrar no sin antes arrojar a los uniformados petardos y otros elementos pirotécnicos que cayeron muy cerca de estos pero sin lastimar a nadie.
Esta séptima marcha no sólo agregó el condimento de los proyectiles, sino que además de las pancartas, de las remeras con frases como “La sonrisa de Samuel no la van a quitar de mi alma”, también acompañaron el reclamo organizaciones sociales y familiares de víctimas por homicidio. El Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), se sumaron por el lado de las organizaciones, mientras que por el otro lado se encontraron parientes de Noemí Condori, “Carlitos" Borras y José López, entre otros nombres, todos ellos víctimas de crímenes que en muchos casos siguen sin resolverse. Fuente: escobarnews.com