Sociedad

Siguen las denuncias por el mal sabor y olor del agua potable en el AMBA

Según AySA no hay peligro para la salud pero acudió a la justicia. Las quejas provienen principalmente de la ciudad de Buenos Aires y se replican en Vicente López, San Martín y San Isidro.

Tras las múltiples denuncias realizadas en las redes sociales con respecto al mal olor y color que presenta el agua potable en el Área Metropolitana de Buenos Aires, la justicia porteña investiga si el agua presenta algún tipo de contaminación.



El problema se intensificó la semana pasada cuando usuarios manifestaron sus quejas. . La mayoría asegura que el agua sale con un gusto “aceitoso”, y hasta a “oliva”, incluso con la utilización de filtros hogareños.



Las denuncias provienen principalmente de la Ciudad de Buenos Aires y se replican también en varios puntos del conurbano como Vicente López, San Martín, San Isidro, Ramos Mejía, Banfield y Burzaco.



Incluso abrieron una petición en la plataforma Change.org, titulada “AySA hacete cargo. Solución al problema de agua no potable para consumo ya”. La firmaron más de 1400 personas.



Voceros de AySA informaron que "el agua de consumo no presenta toxicidad alguna", y que la compañía realizó una denuncia la semana pasada ante la Unidad Fiscal de Medio Ambiente, en la que se presentó como damnificada.



La empresa reconoció que el agua cambió de aroma y sabor e informó que el inconveniente comenzó a detectarse a partir del 21 de agosto. Precisó que el problema se fue repitiendo de manera intermitente, hasta que el 4 de septiembre el evento resultó de mayor magnitud, algo que ya había ocurrido el 1 de julio de este año.



Días pasado, AySA emitió un comunicado en el que explicó que la modificación en el sabor y el olor del agua pueden generarse por “variaciones en el Río de la Plata”.



La causa judicial iniciada por la Unidad Fiscal Especializada en Medio Ambiente se comenzó a investigar el lunes de la semana pasada tras las diversas quejas de usuarios sobre la calidad del agua. Ya se tomaron muestras del agua para analizar y avanzan las tareas de individualización de los damnificados. Es con el fin de poder establecer la magnitud de la afectación del servicio.