San Isidro

Ana Frank, en una muestra para reflexionar sobre la intolerancia, la violencia, las dictaduras y los actos de resistencia

Un mensaje de resistencia. “Ana Frank, una historia vigente” y “De la Dictadura a la Democracia” en el Centro Cultural Boulogne (Punto de Encuentro), habla de eso, de la resistencia en medio del dolor más profundo. La muestra, organizada por la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro, la Casa de Ana Frank Argentina y el gobierno provincial, con ingreso gratuito, estará abierta hasta el 8 de septiembre, de 9 a 19, en la Av. Avelino Rolón 2315. Un recorrido para reflexionar sobre el holocausto y la última dictadura argentina, bajo la guía voluntaria de estudiantes secundarios del municipio que se capacitaron para ese fin.

El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, participó de la apertura y recorrió la muestra con la guía de varios de estos jóvenes, que se sumaron con ganas a la convocatoria del municipio. “No todos tuvieron la oportunidad de criarse en una familia donde los valores de la amistad, la solidaridad y el compañerismo estuvieron presentes. Por eso, como Estado, tenemos la responsabilidad de promover esa cultura de la tolerancia. Es clave mantener viva la memoria de lo que ocurrió con Ana Frank y también con todas las Anas de nuestro país durante la última dictadura cívico-militar”, sostuvo Posse.



Una treintena de banners conforman el recorrido, en la planta baja del edificio, que explican con fotos y textos el entorno en el que se produjo el holocausto, la mudanza de los Frank a Ámsterdam huyendo del nazismo, y los miedos de Ana de ser descubiertos y fusilados. También aparece la frase de su amiga del colegio, Hannah Goslar, con quien se reencontraría en un campo de extermino: No era la misma Ana que yo había conocido. Estaba rota […] Enseguida se echó a llorar, y me contó: Ya no tengo padres, y referencias sobre sus sueños de ser periodista y escritora. 



“La muestra es una invitación a explorar en el fondo del alma humana, y en esa condición que está en todos, la posibilidad de búsqueda de la maldad, la belleza, la oscuridad o la luz. Una historia, la de Ana, que sigue ocurriendo en diversos niveles. Hoy las vidas jóvenes se siguen sesgando por la droga, el bullyng, la falta de oportunidades. La lucha nunca concluirá, son luchas en construcción, nada se conquista del todo. De allí -expresó Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro-, la importancia de esta iniciativa conjunta pensada para que la voz cantante sea de los jóvenes y para los jóvenes”.



Treinta y ocho estudiantes participaron en dos intensos días, de 9 a 18, de las jornadas de capacitación que les permitirán guiar la muestra, que ya cuenta con más de 40 escuelas inscriptas. “Fue una experiencia enriquecedora. Para nosotros es muy importante poder transmitir los valores de los derechos humanos a otros jóvenes. Incluso tuvimos la visita de una sobreviviente del nazismo, que nos contó que sus padres habían sido asesinados en un campo de concentración y que ella fue adoptada por varias familias hasta que pudo llegar a la Argentina”, explicaron María Eiras, Fausto Castillo y Renzo Medina, de entre 16 y 18 años.



La muestra, en la que colabora la Ciudad de Buenos Aires, y que pasó por Vicente López y Lanús, y llegará a Morón y La Plata, también cuenta con la maqueta del refugio de los Frank (Otto y Edith, sus padres, y Margot, su hermana), en la parte alta de la fábrica de su papá, donde de 8 a 18 no se podía hablar, toser ni abrir la canilla de agua para no ser descubiertos. Además, se exhibe una réplica del diario que Ana escribió entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944, entre sus 13 y 15 años, para el que la autora tenía pensado un título, La casa de atrás, y del que ya se vendieron 35 millones de ejemplares en todo el mundo.



Héctor Shalom, director de la Casa de Ana Frank Argentina, presente en el acto, junto con Nora Hochbaum, directora del Parque de la Memoria de la Ciudad de Buenos Aires, además de inspectoras y docentes del municipio, habló del mensaje de resistencia de Ana, que no aceptó ser una víctima pasiva y, en una situación de máxima adversidad, tomó fuerzas para escribir imaginando que ese texto iba a ser leído.



“En su historia, como en todas las historias de intolerancia, discriminación y violencia, existen cuatro actores centrales: las víctimas, los victimarios, los observadores pasivos y los protectores. La misión principal de la muestra es que dejemos de ser observadores pasivos y ocupemos el rol de protectores, porque no hay genocidio, dictaduras, exclusión y pobreza posible si no existiera una parte importante de la sociedad que acepte estas situaciones”, expresó Shalom.



Las escuelas que deseen participar de las visitas guiadas deben llamar por el 4513-7803/4.




Esta nota habla de: