La actividad industrial argentina encendió una nueva señal de alarma: la capacidad instalada en el sector manufacturero cayó en marzo a 54,4%, el nivel más bajo de los últimos doce meses, según el último informe del INDEC. El dato refleja con claridad el freno de la economía productiva en medio de la caída del consumo, la volatilidad cambiaria y el impacto inflacionario.