Escasa oferta y demanda firme: el combo que impulsa el precio de la carne hacia fin de año
La falta de hacienda, la presión exportadora y el aumento del consumo interno impulsan nuevas subas en la carne vacuna. En las últimas dos semanas los precios minoristas treparon hasta un 15%, y los analistas prevén que la tendencia continuará hasta fin de año.
El precio de la carne volvió a subir y ya impacta de lleno en las góndolas y carnicerías de todo el país. Según especialistas del sector, la combinación de oferta limitada, demanda sostenida y fuerte presión exportadora genera un escenario de aumentos que podría extenderse durante las próximas semanas, con incrementos de entre 15% y 20% hacia fin de año.
Precios en alza en el Mercado Agroganadero
En el Mercado Agroganadero de Cañuelas, los valores del ganado en pie muestran una firmeza pocas veces vista.
- Los novillos pesados se pagan hasta $4.200 el kilo vivo,
- Las hembras de 480 kilos alcanzan los $3.850,
en un contexto de escasez de hacienda y alta competencia entre frigoríficos, matarifes y exportadores.
El vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes (CAMyA), Sergio Pedace, explicó que "la demanda está siendo importante, sobre todo a nivel internacional. Los exportadores quieren colocar el mayor volumen posible, y eso agrega presión sobre el precio del novillo y de las vaquillonas".
El impacto de la sequía y las inundaciones
La suba también responde a una oferta estructuralmente reducida. Según Miguel Schiaritti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), "la sequía de 2023 fue la más grande que recuerde y nos hizo perder el 3% de los ganaderos, además de cerca de 200.000 terneros".
A esa pérdida se sumaron las inundaciones de 2024 y 2025, que afectaron más de cinco millones de hectáreas, complicando la producción y la parición en las zonas ganaderas.
"Hoy todavía hay vaquillonas pariendo en el agua, lo que reduce aún más la oferta justo cuando más se necesita", afirmó Schiaritti.
El negocio de los feedlots y un mercado más caro
Pese a las dificultades, el negocio del engorde a corral (feedlot) volvió a ser rentable. "Comprar un novillito de 360 kilos puede ser más rentable que un ternero liviano porque se paga menos y se lo termina en 90 días. Con valores del novillo entre $4.000 y $4.200, la ecuación cierra", explicó Schiaritti.
Para el especialista, la baja oferta, el cierre del año y las fiestas conforman "el combo perfecto para que la carne aumente".
"No es inflación, es falta de oferta"
El analista ganadero Víctor Tonelli coincidió en que el incremento no se explica solo por la inflación: "El precio subió entre 12% y 13% en apenas dos semanas, y eso responde a un faltante real de hacienda".
Según sus registros, el novillo pesado se paga entre $4.150 y $4.200 el kilo vivo, lo que equivale a más de $7.300 el kilo de res. "Si a eso se le suman los márgenes del frigorífico y del matarife, la suba en el mostrador es inevitable", remarcó.
Tonelli añadió que el buen contexto forrajero y la baja de tasas de interés reactivaron el crédito productivo: "El ganadero vuelve a tener herramientas para financiarse y puede retener animales. Lo que esperábamos más adelante, ya ocurrió".
El consumo no se frena
Pese a las subas, la demanda interna continúa sólida. "Lo llamativo es que, pese a los aumentos, las ventas no cayeron. La gente sigue comprando", explicó Schiaritti.
Ese comportamiento del consumidor -que convalida los nuevos precios sin reducir su consumo- refuerza la tendencia alcista y consolida un nuevo piso de valores en el mercado.
Preocupación industrial y proyecciones
Mientras los precios del ganado se mantienen firmes, la industria frigorífica atraviesa una situación más compleja: enfrenta costos en alza, tarifas elevadas y márgenes ajustados. Según un relevamiento del sector, algunas plantas ya suspendieron personal y se registran demoras en los pagos.
Los exportadores también enfrentan dificultades, con precios internacionales estancados y mayores costos logísticos, lo que complica la rentabilidad incluso en un contexto de demanda firme.
Aun así, el sector estima que los precios minoristas seguirán subiendo durante el último bimestre del año. Si la oferta no mejora y la demanda se mantiene firme, el aumento final podría ubicarse entre 15% y 20%, acompañando la tendencia del mercado de hacienda.









