Alerta en el sector cárnico: advierten subas de precios por falta de hacienda y repunte del consumo
Con un stock bovino en caída y expectativas de recuperación del consumo interno, la industria cárnica anticipa posibles aumentos en el precio de la carne. Reclaman medidas urgentes, incentivos y reformas fiscales para evitar una nueva escalada inflacionaria.
La industria cárnica argentina encendió una fuerte señal de alarma en vísperas de la segunda mitad del año. Según advirtió la Mesa de las Carnes, una combinación de factores -como la caída del stock ganadero, la escasa oferta de hacienda terminada y el posible repunte del consumo interno- podría generar un nuevo aumento en el precio de la carne vacuna.
En un reciente encuentro sectorial, referentes de la cadena productiva analizaron la situación crítica que atraviesa el rubro. Según datos actualizados, el stock bovino nacional cayó a 51,6 millones de cabezas, lo que implica una pérdida de 2,6 millones de animales en los últimos dos años. La prolongada sequía y las ventas forzadas impactaron de lleno en la oferta.
Riesgo inflacionario ante una recuperación del consumo
"Si este año se consolida la recomposición salarial, es probable que aumente el consumo interno -que representa el 70% de la producción- y no tendremos animales suficientes para cubrir esa demanda. Eso también puede disparar los precios", explicó Sebastián Bendayán, gerente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa).
En mayo, el consumo per cápita subió levemente a 49,5 kilos por habitante por año, aunque aún se ubica por debajo del promedio histórico. Cabe recordar que en 2024 el consumo cayó a 47,7 kilos, el segundo nivel más bajo desde 1914.
Producción estancada y falta de incentivos
Desde el sector aseguran que el problema es estructural. "En 1978, con 25 millones de habitantes, había 50 millones de cabezas. Hoy somos 46 millones y seguimos con el mismo rodeo", subrayó Ernesto Lowenstein, de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica).
Además, Miguel Jairala, del Consorcio de Exportadores ABC, advirtió que el actual es el stock más bajo desde 2012, lo que redunda en menor faena, mayor ociosidad industrial y pérdida de rentabilidad.
Exportaciones en caída y competencia desleal
Otro punto crítico es el frente externo. Jairala remarcó que Argentina perdió participación en el mercado chino, principal destino de las exportaciones, frente a países como Brasil. "Pagamos entre un 25% y 30% más por los animales que nuestros competidores. Así no podemos competir", señaló.
El sector reclama reformas fiscales urgentes, como la revisión del Impuesto a las Ganancias por tenencia y el IVA a las inversiones, dos trabas que desalientan la producción y el crecimiento.
Problemas en Senasa y trazabilidad sanitaria
Durante el encuentro también se apuntó contra el Senasa, al que calificaron como un organismo en "estado crítico", por falta de recursos y personal. Lowenstein reclamó una gestión más eficiente: "Si la recaudación por servicios volviera al organismo, tendríamos una estructura más fuerte y funcional".
La diferencia de estándares sanitarios entre plantas de tránsito federal y aquellas de control municipal o provincial también fue señalada como un factor de competencia desleal.
Un llamado a la acción para evitar un nuevo golpe al bolsillo
Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa Nacional de las Carnes, sintetizó el malestar generalizado: "El productor viene golpeado, sin rentabilidad ni previsibilidad. Necesitamos reglas claras para que vuelva a invertir".
Con un consumo que podría repuntar, un rodeo en mínimos históricos y una industria en baja competitividad, el panorama es incierto. El riesgo de un nuevo aumento en el precio de la carne está latente. Desde el sector insisten en que sin políticas de incentivo, previsibilidad e inversión sostenida, el país podría enfrentar otra crisis estructural que afecte directamente el bolsillo de los argentinos.