Rodolfo Lacabanne: “Creo que viene la nueva política”

ZNH: ¿Podés hacer un balance de este año que terminó?¿ qué visión tenés del 2017?



Rodolfo Lacabanne: Bueno, fue un año electoral; y eso siempre lo hace particular para la política. Es un año en el que el gobierno nacional, al igual que el local, logra tener un apoyo popular importante en las urnas. Es por eso que el gobierno entiende que la sociedad ratifica el rumbo; aunque en realidad yo creo que en realidad lo que se ratifica es la estrategia de gobierno, más que el rumbo. De hecho, el rumbo del gobierno se empieza a cristalizar a fin de año con las medidas que ha tomado en el Congreso y han sido aprobadas.

A  nivel local, creo que es importante separar el gobierno de Macri del gobierno de Fernanda; del que creo que lo peor que tiene su gobierno, es que justamente es parte del gobierno de Macri. No tiene la misma voracidad que el Gobierno nacional no es lo mismo que lo que pueda hacer o dejar de hacer la intendenta, porque conozco sus recursos. Que sea parte del barco del Macrismo que está llevando a este país a una pérdida de derechos que habíamos logrado, si bien hemos sido críticos en algunas cuestiones con el Kirchnerismo.

El balance desde el punto de vista electoral, es que creo que el Gobierno lo que hace es trabajar mucho la “Posverdad”; que está instalado en la política como “crear una nueva verdad de la realidad” que en realidad es muy relativa e interpretada, y no la verdad de lo que le pasa cotidianamente a la gente. Que se precipitó mucho a fin de año cuando se tocaron cuestiones muy sensibles, como los derechos de los jubilados y de quitarles su poder adquisitivo. Me parece que la sociedad empezó en este último tiempo a darse cuenta que lo de Macri fue una gran mentira. Por eso digo que lo que la sociedad consolida es el relato del gobierno y no lo que vive del punto de vista político y social.



ZHN: Desde el periodismo nacional se ha comparado mucho esta situación con lo que sucedió en el 2001. ¿Crees que estamos en un camino parecido al de aquel momento? ¿O es una mirada excesiva?



RL: Mirá, cuando estábamos con los compañeros en la última manifestación, que fue tremendamente cruel por parte de las fuerzas policiales y el gobierno nacional, y de la Ciudad de Buenos Aires, teníamos una sensación social parecida; y además yo había estado en el 19 y 20 de 2001. Aunque vi a la policía mucho más violenta y libertad de hacer lo que tuviesen ganas de hacer.

Igualmente, yo creo que hay diferencias. En el 2001 el país venía con una situación previa de mucho desequilibrio económico; de mucha inestabilidad social; que me parece que permitió que se desencadenara todo lo que sucedió. Ahora veníamos de un país con mucha más solvencia; desendeudado; con un nivel de desocupación relativamente bajo. Si bien había muchos desocupados y trabajo informal, no era como en el 2000 y 2001. Y ahora creo que la sociedad está mucho más conducida, y tiene este famoso empoderamiento y me da la sensación de que tiene otras herramientas para paliar la situación. También el hecho de haber tenido salarios altos; de que todos habíamos podido tener una mejor calidad de vida; cambiar el auto, o irse vacaciones, más allá de que aún había casos que atender. Pero es a partir de Macri que empieza el desequilibrio económico, social y político. Si bien creo que el Kirchnerismo no logró tocar la matriz económica para que  después la sociedad no dependiera tanto de un Estado presente y fuerte; la sensación que nos queda a todos es “¿Cómo puede ser que un país que estaba tan sólido, después de un gobierno que termina, caiga estrepitosamente en dos años como lo está ahora?”.

Hoy el dólar cierra en 19,50$, y los bancos tienen situaciones críticas y vimos colas como vimos antes.

Hay síntomas que pueden generar el mismo miedo que en el 2001, pero me parece que hay otra situación (ojalá), y apelo a que el gobierno tenga la capacidad de gobernar hasta que termine su mandato, porque sino es el pueblo quien lo sufre.

Igual, la sensación que tengo del gobierno, y que lo dije ni bien asumió Macri, es que el Macrismo vino a la Argentina a llevar en el menor tiempo posible, beneficios y derechos que teníamos, para los sectores más concentrados de la economía. El saqueo del que habla la Izquierda, no es tan metafórico.



ZNH: Aunque estamos en un contexto de movilización social por la reforma previsional; hay que recordar que en las elecciones de Octubre arrasó Cambiemos; y que en el cacerolazo local hubo solamente unas sesenta personas. ¿Por qué crees que en Baradero tiene tanta aceptación el gobierno nacional? ¿Es porque realmente  el gobierno de Fernanda va en paralelo con el gobierno nacional; o porque Baradero cree que la visión del Macrismo es el mejor camino? ¿Afecta el conflicto que hay a nivel nacional a Baradero? 



RL: Creo que veníamos de un gobierno local, que a pesar de haber tenido doce años de Kirchnerismo y de crecimiento económico, creo que la gestión de Carossi no fue un reflejo de eso. Otras ciudades, como Zarate, con quién tengo un vínculo muy estrecho desde lo político, y uno ve el cambio que hubo con respecto a otra época; y eso es porque se aprovechó mucho el “efecto Kirchnerismo” desde la obra pública, salud pública y otros aspectos que se lograron desde el municipio. Como te dije, hemos tenido muchas críticas con respecto al Kirchnerismo, pero tenemos que reconocer un montón de avances. De hecho, el Socialismo a apoyado nueve de sus diez medidas más importantes.

Al venir de una situación de estar acostumbrados a un gobierno relativamente pasivo en Baradero; cuando Fernanda asumió, hizo un cambio con respecto a lo que es obra pública. Creo que hay un retroceso en la situación social, que se siente cuando recorres los barrios, pero que en lo que respecta al embellecimiento de la ciudad, ha hecho un cambio radical. Trabajaron mucho sobre eso; y creo que ha sido uno de los indicadores que hizo que la sociedad todavía le diera una cuota de esperanza.

Y con respecto a si lo nacional repercute en local…totalmente. Desde que empezó el gobierno de Macri, cerró Atanor; Ingredion se reduce; Germaiz termina de cerrar; y estan los 180 despidos de BRF, la ex Quickfood Baradero; y eso impacta social y culturalmente porque somos una ciudad muy industrial además de la tendencia al turismo; y eso emocionalmente en las familias impacta. También impacta en lo económico, porque uno de los recursos genuinos que Baradero tiene es Seguridad e higiene; y que se cobra en función de la recaudación de las empresas. Lo que es Ingresos brutos y sobreingresos brutos, se hace una ecuación y la municipalidad cobra una tasa alta; y ante el cierre de Atanor y las bajas ventas de Ingredión,  hay una pérdida de ingresos importante.

La reducción de los trabajadores tiene que ver con que hay una baja en el consumo. El gobierno lo primero que hace es devaluar y la inflación nunca la paró; y estamos ante un 70% u 80% de perdida en el poder adquisitivo. Eso hace que caiga el consumo; las empresas y los comercios se ven afectados; los consumidores que pagan el Alumbrado, barrido y limpieza, cuando tienen que ajustar, lo más probable es que dejen de pagar, y eso el municipio lo siente.

Sabemos que no pagaron aguinaldo, y eso es porque no tienen recursos…porque no tienen recursos genuinos de recaudación propia.

Tuvimos un fin de año muy triste con respecto al 2016, y muchísimo más triste que en el 2015, porque las mesas estuvieron más vacías.



Y otro dato que hay que recalcar sobre el análisis del año es que, cuando Fernanda gana en el 2015, hace una campaña muy ambiciosa. Nosotros inclusive pensamos que había un error en plantear todo lo que cree que puede hacer, porque en realidad es compleja la gestión y no tenían experiencia. Y vos veías a Fernanda haciendo una fuerte crítica al gobierno anterior con por ejemplo el tratamiento de residuos,  con ella parada en la ruta 9 por el basural incendiado y dos muertos; y desde que tuvo la oportunidad de ser intendenta, no hizo nada para solucionar eso, sino que hoy el basural es mucho más grande. Ves el abandono de la política ambiental en la ciudad, cuando se quemaron las cubiertas en el corralón municipal ante la falta de tratamiento. El transito está igual o peor que antes, porque la política de transito de hoy es la misma que tenía Carossi. Aunque festejamos los avances edilicios en el hospital, la Atención primaria de la salud tuvo ha retrocedido muchísimo, y el tratamiento de las enfermedad también está igual o peor que antes. En las cuestiones que hacen y que afectan a los que menos tienen, no ha habido demasiados cambios.



ZNH: Referido a esto que mencionas…¿Es realmente todo tan difícil a la hora de gobernar? Como sucede a nivel nacional en donde el Gobierno habla de sinceramientos y de que todo está muy manoseado. ¿Es un problema de que el sistema es muy difícil, o de es un problema de autocrítica en donde uno es un poco impotente a la hora de gobernar?



RL: Yo creo que gobernar es sumamente complejo; y es algo que sabemos desde que empezamos a hacer política. Porque parece que es sencillo gobernar cuando uno es opositor, y es complejo gobernar cuando uno es oficialismo. Que es lo que le pasó a Cambiemos.

El gobierno nacional hizo una campaña en la cual, de las diez medidas más importantes que anunciaron, no cumplió nueve. Con una gran liviandad le hicieron críticas al Kirchnerismo tanto a nivel nacional como local.

Nosotros hemos sido muy críticos en lo local; de hecho yo fui concejal cuatro años y siempre criticamos teniendo en cuenta el grado de complejidad; y antes que criticar, proponíamos sentarnos a dialogar. Aunque teníamos muchas diferencias, sabemos que en la política pública, si no hay diálogo no hay forma de transformar las cuestiones de fondo. Eso es para la oposición y para el oficialismo. Es más, el oficialismo es el que tiene la responsabilidad de convocar al diálogo.

Compleja es la gestión siempre porque los recursos son escasos todo el tiempo.

También sucede que vimos hace unos días, a gobernadores tener que arrodillarse a votar una reforma porque le cierran el grifo en las provincias y no pueden gobernar. El tema de coparticipación de nación a provincia es totalmente perverso y arbitrario. Si un municipio está en contra del gobierno provincial o no forma parte de la misma línea política, sufre muchísimo y eso es algo que hay que discutir.

Igualmente Cambiemos hoy tiene una excusa, que no es buena tampoco, porque Fernanda hace política hace muchos años y entiende la complejidad de la gestión. Hizo una crítica feroz al gobierno anterior, aun siendo que la crítica era válida. Pero sabiendo que después iba a tener una gran dificultad para poder transformar todo lo que decía que había que transformar, y que no pudo.

Hay un título de hace varios días de la intendenta que decía “Se acabó la plata”, y eso sabemos todos que en algún momento pasa. Porque también sucede que el 85% de los recursos genuinos de la municipalidad, se va en sueldos. Y eso es una situación que con responsabilidad, la política lo va a tener que tratar. Porque sino todo lo que dice el opositor que hay que hacer, cuando gobierna no lo hace. Fernanda como opositora decía que en la municipalidad había un montón de empleados; y se redujo en cien y pico de trabajadores; pero ella después tomó cien y pico más.

Se dice mucho cuando se es opositor, y se hace poco cuando se es gobierno. Y cuando se sale a apoyar medidas del gobierno, uno es Oficialista, y si estas en contra, sos un opositor que no deja gobernar. Ninguna de las dos cosas tiene que pasar.



ZNH: A propósito de las últimas elecciones…suele pasar que uno nota que hay varias listas de una misma fuerza política  ¿Es muy difícil la posibilidad de unión de fuerzas en el Baradero de hoy? No necesariamente formar un frente, sino acompañar como decís desde el diálogo principalmente.



RL: Bueno, si uno ve la realidad, está claro que es difícil. Yo creo que aunque haya discursos parecidos, hay diferencias. Por lo que te decía un poco recién; que a veces cuando uno es oposición opina desde un ideal muy extraordinario. Y después con por ejemplo,  fíjate todo lo que fue la oferta del peronismo en Baradero, que la mayoría había sido parte del gobierno anterior. Y hoy uno los escucha, a solamente dos años de que fueron gobierno, tener alternativas extraordinarias. La primera pregunta que uno hace es “¿por qué no lo hicieron hace dos años cuando tenían la posibilidad?”. Atrás de cada discurso hay un actor político y militante que tiene una historia, y ahí es donde hay una diferencia.

A Binner le decían en el 2011, “¿Por qué no se juntan todos y le ganan a Cristina?”, y él decía algo muy interesante: “La verdad que no nos juntamos todos porque no somos parecidos. Ser de la oposición no significa que perteneces al mismo espacio político”. Decía que “si en frente hubiese una dictadura, uno podría juntarse con todos porque esa es una situación grave que uno tiene que salir a combatir. Y si hay un gobierno democrático que va para un determinado lugar, uno lo que puede hacer es diferenciarse y mostrar una alternativa distinta”.

No obstante eso, gobernando Cambiemos, que va a profundizar una política de ajustes y pérdida de derechos, yo creo que hay que reflexionar. Lo planteamos nosotros en el 2017, y creímos necesario sentarnos  en una mesa y discutir un acuerdo programático de diez puntos, e ir con eso al Consejo deliberante para construir una fuerza política que, en lugar de que Cambiemos tenga la mayoría automática, tenga una limitación en ese caso. No se pudo dar…y quién pudo  haber conducido eso fue Carossi, y él construyó la alternativa mirando la interna en el PJ, que mirando los problemas de la gente. Y yo creo que por eso uno no se tiene que olvidar lo que va a ser el armado en el 2019.

Creo que viene la nueva política. El Peronismo hoy tiene actores distintos, como Tito Sanzio sea un referente del peronismo en Baradero, y siendo referente de un sindicato importante  de trabajadores como SMATA, a mí me da una cuota de esperanza de que podamos sentarnos en una mesa a conversar. O con Guille Oliveri con quien compartimos una mirada parecida sobre lo nuevo en la política y tiene una experiencia muy importante en la política de la Argentina y la Ciudad de Buenos Aires; que esté siendo protagonista también de la política local, a mí me da una cuota de esperanza que podamos ser parte de un colectivo de ideas y podamos construir un frente a nivel local. Y         que nosotros, los Socialistas, hayamos podido hacer un cambio generacional. Que hoy, yo que tengo 40 años y soy el más grande de todo el grupo de compañeros que están militando, la verdad que me emociona mucho. Respeto mucho a los compañeros históricos del partido, pero también creo que era necesario un cambio generacional; que se dio y hoy tenemos una mirada progresista; nacional y popular; acorde a la necesidad de la ciudad y no tenemos una mirada del Peronismo como la que se tenía antes, donde era el primer enemigo. Nosotros creemos que hay que respetarlo y que es parte de la historia; al igual que al Radicalismo, como nos respetan a los Socialistas; y entre esos orígenes partidarios, sumado a los ciudadanos que vienen de organizaciones no gubernamentales y que no militaron política, tienen que ser parte de lo nuevo y de la construcción de un espacio que definitivamente deje las diferencias de lado y trabajar sobre las coincidencias. Así que el 2018 tiene que ser un camino de construcción y de unidad; y poner lo mejor de cada partido y dirigente político en función de tener una mejor sociedad.